Hay veces que las personas tomamos decisiones contradictorias, opuestas a nuestros deseos, a lo que queremos... resulta tonto, no? En efecto, es estúpido y, sin embargo, todos en algún momento de nuestra vida lo hacemos. Bien sea porque es lo que se espera que hagamos, porque es lo que toca en ese momento, o simplemente porque es lo que nos dicta nuestra razón opuesta, en ese momento, a nuestro corazón...
Podemos arrepentirnos, podemos equivocarnos pero si lo hemos hecho es porque existe alguna razón que nos ha llevado a ello.
La vida está llena de elecciones y somos nosotros mismos quienes decidimos qué camino seguir, por qué y por quienes luchar y arriesgar...
Simplemente recordar que: quien no arriesga no gana.
La vida está llena de encrucijadas, Alba. Pero si escoges un camino, síguelo hasta el final. De lo contrario te quedarás en la cuneta, sin más compañía que los lamentos...
ResponderEliminarA veces la razón se impone necesariamente al corazón. Y otras veces apetece nadar contra corriente en este mundo de locos. La necesidad te dirá a quién hacer caso ;-)